Baños abiertos al dormitorio
Los baños abiertos al dormitorio van en la línea de la tendencia actual: la de abrir espacios para que ganen amplitud, eliminando muros y otros obstáculos.
La apertura de la cocina al salón ya causó detractores: ¿por qué hacerlo, si hay bastante espacio para ambas estancias? ¿Por qué querría llenar el salón de humo y olores sin necesidad? Campanas de cocina muy potentes y ventajas derivadas de la apertura consiguieron disipar algunas dudas.
Sin embargo, hay que romper algunas barreras (mentales) en lo que respecta al dormitorio y el baño. Puede que no te apasione la idea de usar el sanitario mientras tu pareja mira el móvil o lee sobre la cama a unos metros de ti, sin barreras físicas que te proporcionen intimidad. Pero te contamos sus ventajas y algunas maneras de hacerlo para que saques tus propias conclusiones.
Ventajas de tener el baño junto al dormitorio
No hay dudas sobre las ventajas de los llamados baños en suite, por los cómodos que resultan. Pero otra cosa es eliminar las tradicionales barreras y separaciones.
¿Por qué hacerlo? Se nos ocurren algunos motivos:
- Ganar amplitud. El espacio no es algo que abunde en las viviendas de hoy día, por lo que esa tendencia de derribar obstáculos gana enteros.
- Más luz. Lo habitual es que el dormitorio reciba mucha más luz que el baño en suite, que puede que ni siquiera tenga ventana. Más luz es más sensación de amplitud y, por tanto, más relax.
- Más metros cuadrados útiles. No es que sea mucho, puede que un par de metros. Pero ya decimos que el espacio es un bien escaso en muchas viviendas hoy día.
- Diseño más moderno. La integración de espacios es la tendencia absoluta. Empezamos por la cocina y el salón, ¿y si seguimos por el baño?
¿Cómo separar el baño del dormitorio?
Tanto si ya te has convencido como si aún te lo estás pensando, te contamos algunas fórmulas para abrir los baños al dormitorio. Apunta.
Cristaleras
Una pared de cristal con puertas amplias será útil para delimitar el espacio sin renunciar a ninguna de las ventajas comentadas. Dejará pasar la luz, dará sensación de amplitud, se ganará espacio y el resultado será estéticamente más moderno.
La desventaja es que no hay intimidad. Pero puede que tu problema no sea precisamente este, y que lo que te preocupe sea la humedad o el exceso de ruido. Si es así, la cristalera es una gran solución para ti.
Puertas correderas
Las puertas correderas suponen una solución intermedia entre las cristaleras y los muros y medios muros, de los que te hablamos más adelante. Suelen ser livianas, luego prácticas al dividir el ambiente, y pueden tener vidrios translúcidos si te preocupa la intimidad.
Para tener una idea, puedes echar un vistazo a las de la colección Siparium de la firma italiana Rimadesio. Tienen una apariencia muy ligera gracias a su diseño austero, y son prácticas y cómodas de usar. Los tiradores de aluminio están disponibles en varios colores.
Muros y medios muros
No se trata del clásico tabique completo con una única abertura para la puerta, sino de muros abiertos que solo tienen el objetivo de delimitar visualmente la zona del baño.
El muro puede ir de suelo a techo, o bien quedar a media altura. Esta última parece una opción más interesante para explotar al máximo uno de los beneficios que te comentábamos: el de dejar pasar la luz natural desde la habitación.
Además, el muro te proporcionará una superficie extra para que coloques la ducha o el lavabo.
Vestidor, baño y dormitorio: todo en uno
Que el vestidor, el baño y el dormitorio queden en el mismo espacio, sin obstáculos, implica tenerlo todo a la mano. En el mismo sitio podrás completar las rutinas de la mañana, vestirte y salir. Además, dado que se aprovecha bien la luz, rutinas como maquillarte las puedes hacer a la luz del día.
Eso sí, hay que elegir bien qué equipamiento se utiliza para exprimir al máximo las ventajas. Una buena solución es la que propone Poliform con el sistema modular Lexington. Está disponible en dos configuraciones: de pared o de techo.
Bañera en la habitación
Lo de la bañera en el dormitorio parece un capricho extravagante más relacionado con el lujo y los altos presupuestos. Lo cierto es que la tendencia se inspira en la propuesta de algunos de los mejores hoteles del mundo, pero, pensándolo bien: ¿no es tu habitación el lugar donde más cómodo debes sentirte?
En lo que respecta a bañeras en el dormitorio, pocas opciones hay que sean comparables a las de la firma Antoniolupi, más en concreto a su colección Sled. Tienen un diseño minimalista y se iluminan por debajo, lo que aumenta la sensación de relajación. Todo un bálsamo tras una agotadora jornada de trabajo.
En definitiva, los baños abiertos al dormitorio se suman a esa tendencia que comenzó en la cocina, y que promueve la apertura de espacios. Por amplitud, por aprovechamiento de la luz y por estética. Hay soluciones ante tus posibles suspicacias, como la falta de intimidad, el exceso de ruido o la humedad. ¿Te atreverías?